En pleno debate sobre la conveniencia o no de que Zapatero convoque elecciones anticipadas, el PSOE se debate en si hacer o no unas primarias para elegir un candidato que pueda hacer frente a esta marea azul que recorre España. En el seno del partido socialista la división creada por la debacle electoral en las elecciones municipales y autonómicas se hace palpable cuando se piensa en la sucesión a Zapatero.
Pero opiniones hay para todos los gustos. José Blanco avisa de que no quiere acuerdos entre bambalinas, Tomás Gómez piensa que los dirigentes socialistas no quieren el "dedazo" de Aznar. Otros como Gaspar Zarrías creen que lo mejor sería una única candidatura en las primarias del PSOE o Juan Carlos Rodríguez Ibarra que considera que estos comicios internos son lo menos indicado. Unas primarias cuyo calendario quedará fijado este sábado en la reunión del Comité Federal y en el que, de momento, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón, los dos nombres que se barajan para disputarse las primarias, guardan silencio.
Los que no se callan son los grandes derrotados en las elecciones del 22-M. Zapatero fue el primero en reconocer la derrota y en hacer autocrítica aunque se niega a dejar el cargo bajo la premisa de acabar con unas reformas que devuelvan a España a la senda del crecimiento económico. Pero el propio Zapatero está deslegitimado para realizar unas medidas de ajuste ya que cuenta con el rechazo de gran parte de la sociedad española que ha mostrado su descontento en las urnas.
Zapatero se aferra al poder con un objetivo a largo plazo: Quiere dejar España y nuestra economía como un solar. Quiere que el nuevo presidente del Gobierno, previsiblemente Mariano Rajoy, tenga que emprender unos ajustes tan drásticos que saquen a los españoles a la calle para protestar. Esa legislatura del PP será complicada y Zapatero confía en que el desgaste será mayúsculo por lo que el PSOE estará en disposición de volver a La Moncloa en las elecciones de 2016 como muy tarde.
Pero antes de que todo esto pase, los socialistas quieren una reflexión para saber qué les ha hecho caer tan bajo en las elecciones. José María Barreda, todavía presidente de Castilla-La Mancha, plantea una revisión ideológica del PSOE que no se limite a unas primarias. Carmen Chacón o Gaspar Zarrías consideran que este severo castigo obliga a una reflexión profunda en la sede de la calle Ferraz. A algunos como Rodríguez Ibarra no les vale con el Comité Federal que decida el calendario a seguir y piden un Congreso para que el PSOE "salga del atolladero".
En el partido socialista no quieren peleas internas para buscar un sucesor a Zapatero y son muchos los que quieren unas primarias para aclamar al actual vicepresidente primero y ministro del Interior. Con los antecedentes de Alfredo Pérez Rubalcaba: portavoz del Gobierno de los GAL, portavoz del PSOE durante los atentados del 11-M con "jornada de reflexión" incluída y ministro del Interior durante el chivatazo a ETA del bar Faisán, si llega a la Presidencia del Gobierno... que Dios nos coja confesados.